He escrito, sí, de nuevo, ya sabes que solo lo hacía cuando dolía mucho, pero es que esto ha empezado a quemar.
He escrito diez veces esta carta y otras diez la he tirado.Lo que yo siento ya no importa, al fin y al cabo nunca te importó, que más dará ahora.
Entra tu olor por la puerta cada mañana, estás invitado a venir cuando quieras, a recoger tus recuerdos, darme dos besos y hacer como que nada ha pasado. Fingiré que no he llorado en tu partida y mentiré diciendo que todo va bien, que no te echo de menos, que ya no te quiero...
Estoy sin mucho que perder y con mucho que olvidar. Me voy acostumbrando al hueco de tu cama, pero está frío y ya sabes que yo soy más de abrazos, más de ti. Que soy mejor si soy contigo.
¿Sabes qué es lo peor? Que llorar no cambia las cosas. No olvidaré los planes de futuro ni la casa donde decidimos morir juntos.
Será en los labios de otras bocas donde borraré tu historia, o al menos lo intentaré. Lo sé, suena triste pensar que no te voy a poder superar. Que duele, pero la idea no es volverte a ver si no verte volviendo...
Digo adiós y no sé irme pero lo peor es que también te enamores se sus defectos. Lo jodido es cuando uno echa de menos esas cosas que antes le ponían enfermo.
A tu lado encontré la definición del amor en el momento que nos miramos a los ojos. Y no hicieron falta palabras.
Dos opciones. Quedarte o perderme y me perdiste y es a mi a quien no le quedaron motivos para sonreír.
Eras mi suerte, y la suerte nunca dura.
Cuando dos caminos se bifurcan es por que ya no deben seguir unidos. Y hasta que no me he ido, no lo he sentido, y hasta que no notes que me he ido no sabrás lo que te he querido.
He intentado olvidar por el lado que no era. Al mismo tiempo me daba cuenta que olvidarte a ti ya no depende de mi.
Te fuiste, pero no del todo.
Déjame que me engañe diciendo que te escribo por última vez...